EUROPA
PRESS
28 junio
2023
Principales
mitos en torno a las episotomías y desgarros en los
partos
Hace una episiotomía sin causa
justificada o sin el consentimiento informado de la paciente es violencia obstétrica,
así como una mala praxis por parte del facultativo que está asistiendo un
parto. Hasta hace unos años estas se realizaban de manera indiscriminada a las
mujeres que daban a luz por vía vaginal, cuando realmente no eran necesarias.
"Científicamente hablando, nunca jamás, hacer
episiotomías de forma rutinaria ha aportado ningún beneficio para la madre o
para el bebé. No previenen desgarros graves, ni hacen el parto más fácil",
denuncia en una entrevista con Infosalus Ascensión
Gómez López, matrona y fisioterapeuta, quien acaba de publicar 'Puérpera
perdida. La transformación vital posparto' (Oberon),
un libro en el que trata este asunto.
Remarca que episiotomía y desgarro no son lo mismo, siendo
las episiotomías necesarias para salvar una situación importante: "Se
realizan porque está en juego la salud del bebé. Es un corte con tijera o
bisturí en el perineo de la mujer para agrandar el canal vaginal y acelerar la
salida de la cabeza del bebé. Así se corta la vagina y la musculatura de la
mujer para sacar a un bebé que está en la puerta. Con lo cual no hay nada que
la prevenga o evite porque es una situación de emergencia para sacar a un bebé".
La episiotomía en España, según los últimos datos
disponibles, es que hay tasa media de un 30% dependiendo de la zona, es decir,
que se hacen de más, porque la OMS estima que no más de un 10-15% deberían
hacerse.
El desgarro es algo espontáneo y no es un fracaso
Mientras, aclara que un desgarro se produce espontáneamente
en el periné de la madre, cuando sale el bebé, y está relacionado con la
velocidad a la que sale la cabeza, o bien pueden ser debidos a la postura en la
que está el recién nacido. A la hora de tenerlos, en teoría, señala que influye
más el tipo de parto, que si es el primero o el segundo de los hijos.
"Es una rotura
parcial de esa piel mucosa o musculatura para facilitar la salida del bebé. Un
desgarro no es un fracaso o una mala praxis, sino que se puede producir, y sin
que se pueda evitar. Nuestro cuerpo además viene de serie preparado para
posibles desgarros", apunta.
Apunta igualmente esta especialista que en el caso de las
episiotomías y de los desgarros estos tampoco cicatrizan igual, ni tienen las
mismas repercusiones, ni se curan igual. En el caso de los desgarros, además,
señala que no todos son iguales y los cuidados son diferentes en cada caso.
"Los desgarros graves son muy poco frecuentes,
afortunadamente, y afectan a la mucosa del recto y al esfínter anal. Tienen
también mucho que ver con la episiotomía previa; los leves dejan menos secuelas
y cicatrizan mejor. De hecho, si los desgarros son muy leves, no sangran, ni
son muy extensos, hay desgarros que no se suturan; si hay que suturarlos se
intenta hacerlo con la menor cantidad de hilo posible para dar menos
reacción", agrega.
Los desgarros más leves son los más frecuentes, según
prosigue, pero que realmente no tienen una repercusión tan importante para la
salud: "Los que son graves tienen una tasa del 1%, y sobre todo se dan
todo en partos instrumentales".
En el caso de las episiotomías y de los desgarros graves
esta matrona dice que estos se deben suturar siempre. Dependiendo de la
extensión, la episiotomía y los desgarros sin complicaciones los hace la
matrona, pero si son graves los hace el personal de ginecología o el de
cirugía, según aclara Gómez López.
Mitos y realidades
El mito más extendido, a juicio de esta matrona y
fisioterapeuta, es que la episiotomía previene del desgarro grave, cuando es al
revés, según subraya, dado que con la episiotomía es más fácil tener un
desgarro grave.
Otro mito, resalta Ascensión Gómez López, es que cuando
haces un masaje perineal evitas la episiotomía: "La evidencia dice que hay
menos tasas cuando este se hace, pero en realidad se hace por el bebé, pero no
se necesita hacer para que tu periné pueda parir".
Los desgarros tampoco son un fracaso del cuerpo de la mujer,
según reitera, porque a veces los bebés salen muy rápido, o tienen la mano en
la cabeza, y aunque la mujer tenga el suelo pélvico súper elástico, las
circunstancias del parto hacen que se produzca un desgarro. "Y no es tampoco
un fracaso de la madre", insiste esta experta.